Todo los padres quieren que sus hijos sean los más inteligentes y listos de la clase. Por ello, se preocupan de llevar al niño desde muy pequeño a clases de estimulación temprana, pre-kinder, kinder, etc; y se olvidan de lo más importante: La Alimentación.
Los niños deben recibir una correcta alimentación que los ayude a desarrollarse plenamente tanto física como intelectualmente. Durante la infancia, el cerebro del niño se desarrolla en un 90% hasta los 5 años, por lo que el período más importante del proceso evolutivo y formacional del infante es hasta los 3 años.
Entre los alimentos que estimulan el desarrollo cerebral de los niños encontramos pescados como el atún, el bacalao, la trucha y la anchoveta que aportan omega 3. También el aceite de oliva que proporciona omega 6 y el hierro que se encuentra en la carne, las aves y el hígado.
La yema de huevo, leche, maní, e hígado son ricos en colina (para el buen funcionamiento de los impulsos nerviosos del cerebro y la memoria) y el zinc es un mineral que encontramos en carnes de res, de cerdo y de cordero (ayuda a la multiplicación de las células). El ácido fólico tampoco debe faltar, se encuentra en legumbres, frutas cítricas y hortalizas de hojas verdes (espinaca, brócoli, albahaca, etc).
En un estudio de la fundación británica "Food for the brain"("Comida para el cerebro") se confirma que el rendimiento escolar está muy relacionado con la alimentación, y sobre todo el papel del DHA (frutas secas, huevos, lácteos y pescados) que mejoran significativamente las capacidades cognitivas del niño. Según resultados una mejora de 17% en memoria numérica, velocidad lectora 19% y compresión lectora 19%.